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martes, 28 de abril de 2020

Tampoco se apura al día



Y porque ni se apura a la noche para que amanezca
Tampoco se apura al día para atardecer
Se puede ver todas las estrellas en los rayos del sol
Se puede ver todo el sol en la luna
Se puede sentir así
Ni se apura el camino de crecer
Ni se apura el comprender aún más
Ni las decisiones que hay que tomar se pueden apresurar
Lo que si urge desde el interior
Es renacer a la plenitud de quien se es
Y cuando se decide renacer a esa plenitud
Y vivir el ahora así, porque vi, sentí lo nuevo, abro así la puerta a la plenitud, que es una vivencia posible y perpetua por albedrío
Y se ha triunfado con sí mismo, a la coherencia de ser tal cual la verdad y el amor de quien se es, tal cual cómo ese interior urgía manifestarse
Pero este, es el Gran triunfo de la Vida, de Dios Padre Madre
Y cuando ocurre se nos celebra
Y sin importar las situaciones que afrontemos
Seguimos celebrándonos
Ya sin magia y sin mística
Milagros por fe, inmedible
Mucho hay que entregar, porque mucho se vuelve inmóvil, para el continuo del Espíritu Santo
Mucho hay que desasir, porque nos seguimos sanando y liberando
Porque mucho más hay de plenitud, que lo que pudimos imaginar y de lo nos hayan dicho