De mi Espíritu
Se empieza por uno mismo.
Que el granito de arena pierda anonimato y su hábito de
pequeñez.
Para que ni la impotencia, ni la frustración, crezca en
tal loable grano de arena.
Ni se vuelva amargura, ni sea pisado, ni se convierta en
venganza de ningún talón.
Y que ningún talón se alce en furia, ni empuñe a la
tierra sus miedos, ni sus dolores.
Empezar por uno mismo, es una decisión espiritual, basada en
el Amor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario